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¡Un rodillo, mil posibilidades de juego! Este versátil juguete es ideal para estimular el equilibrio y la coordinación en distintas etapas del desarrollo. Durante los primeros meses, puede utilizarse en el tiempo boca abajo para fortalecer el tronco del bebé. Más adelante, los niños mayores pueden subirse y balancearse suavemente de un lado a otro, desafiando su estabilidad y aprendiendo a controlar su cuerpo. Además, cuando no está en uso, el rodillo se transforma en un práctico asiento para descansar o jugar.

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